
En algún momento el
periodista, César Hildebrant, manifestó que leyendo a Arguedas uno cambia, y
realmente tuvo razón, debido a que el escritor nacido en Andahuaylas, no solo
muestra su amor sobre los indígenas sino también sus tristezas, además de
denunciar los maltratos y explotación a la que fueron sometidos.
Arguedas fue un acérrimo defensor de la cultura andina, ya
que fue él quien vivió en carne propia
la explotación a la que fueron sometidos los ‘indios’. Muchas veces el escritor
no sabía con certeza su identidad, debido a que lo veían como a un indio entre
los blancos (por ser un provinciano, a pesar de ser más blanco que otros en
algunos casos) y a un blanco entre los indios. Quizás por eso sufría de
depresión, que terminaría llevándolo a la muerte. Aunque algunos biógrafos
señalan que fue la muerte de su madre y la ausencia de su padre durante su
niñez, hicieron que elija el camino del suicidio.
"Mario Vargas Llosa es el mejor
escritor peruano vivo, pero Arguedas
es el mejor de todos".
Sin embargo, lo mejor de Arguedas es sin duda sus novelas,
con su estilo característico, su forma descriptiva y de recreación que solo él pudo
hacerlo, incluso, en muchos pasajes de sus relatos son autobiográficos. El escritor dijo que a través de los indios
aprendió la alegría y la ternura, sobre todo con el quechua, el idioma autóctono
de la cultura andina, que actualmente se está perdiendo.
Quien escribe estas líneas considera al andahuaylino como el más grande escritor peruano. Posiblemente se preguntarán qué
lugar ocuparía Mario Vargas Llosa. Mario es el mejor literato vivo del país,
pero Arguedas es el mejor, tal vez no ganó un premio Nobel, pero eso no
importa, ya que existen otros maravillosos dramaturgos que no lo han
conseguido, no obstante, eso no ensombrece la calidad de sus obras, sino que
los vuelve aún más inmortales.
Como dije al inicio, Arguedas me cambió la vida, mostró una
imagen distinta del Perú, él fue un luchador del pueblo. Me hubiera encantado
conocerlo, pero el murió en 1969 cerca de 19 años antes que naciera. Sin
embargo, ha dejado un legado a todo el país que no deberíamos olvidar, sobre
todo las futuras generaciones, que son propensas a ideas absurdas.
El novelista pertenece a la corriente literaria del indigenismo por tener en la mayoría de sus novelas el tema del hombre andino, pero con otra perspectiva, ya que otros escritores lo mostraban con el estereotipo de un hombre sucio, ingenuo y torpe, sin embargo, muchos de estos dramaturgos solo plasmaban lo que sus ojos veían, en cambio Arguedas vivió junto con ellos, estuvo en sus alegrías, tristezas, bailo y se embriagó con ellos, se sintió un indio mas. Es en base a esas experiencias que plasma en su narración, enriqueciendo sus múltiples novelas y muestra al verdadero hombre andino.
Andahuaylas nos regaló a un gran ser humano que sufrió el
desprecio de un país, que tiempo después se dio cuenta lo que tenía y trato de
no dejarlo partir, aunque fue algo tardía. No obstante, el mayor temor de
Arguedas fue que la modernidad terminara acabando con la cultura andina, si
bien es cierto hasta el momento aún se mantienen esas tradiciones, ya no son
las mismas que hace 30 años, pero esperemos que esto no continúe ocurriendo,
sino la terrible pesadilla que tenía José María se volverá en una cruel
realidad.
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