lunes, 25 de febrero de 2013

La dicha y desdicha del mar

Qué es lo bueno en este verano; el calor, los helados, la raspadilla, el ceviche, la playa. Son muchas cosas que ofrece esta época , pero no sabemos cuál, la gente elige su preferida, sin embargo, la mayoría de los caballeros espera con ansias la llegada del sofocante calor, no solo para meterse un chapuzón en las playas del sur, no, se equivoca, sino para apreciar a las más preciosas mujeres luciendo sus mejores atributos.


Aquel hombre que diga todo lo contrario ésta mintiendo, porque a todos nos agrada ver una bella figura, presenciar a una mujer apaciguarse del calor luciendo un short, una falda o una blusa; haciendo desviar la mirada a más de uno. Eso es lo mejor del verano señores, asistir a la playa no para comerse un cebiche o disfrutar de unos tragos con los ‘patas’, sino deleitarse con las más bellas damas, iluminando y embruteciendo a los demás con un infartante bikini.

La mayoría de los jóvenes están de vacaciones en enero y febrero, por ello más de uno se enrumba con dirección al sur, para revolcarse de sus playas, aunque algunos prefieres irse al norte del país. La zona sur de la capital durante esta época se encuentra repleta de personas, se oye el bullicio de la gente a kilómetros de distancia, que buscan divertirse, pasarla bien, sobre todo porque sus padres no están. Sin embargo, la mayoría busca una aventura, encontrar a una bella señorita para disfrutar de la vida, pasar una noche placentera. Menos mal que no tengo hermanas (sorry a quienes la tienen), de lo contrario estaría escribiendo otra cosa.

El hombre cuando esta ebrio, o bien se olvida de las cosas o los recuerda pero todo lo que haga le llega; no obstante muchos de ellos, por circunstancias que todavía no sé, presentan un apetito sexual voraz, pero no son solo ellos, también son ellas. Algunas mujeres les ‘pica’ todo el cuerpo, sienten un calor atroz que le recorre las piernas, por eso, esas mujeres a menudo no están solas, siempre tienen a una amiga para ‘cuidarlas’, una compañera que ayude a evitar el consumo excesivo del licor o en todo caso, impedir su huida con el primer hombre que vean.

Las discotecas en el verano se inundan de jóvenes con ansias de buscar a alguien con quien copular. Aunque también hay presencia de adultos, de gente con una mayoría de edad; son pocos  quienes buscan una aventura, mayormente son parejas buscando su segunda luna de miel, pero, lo más común, son familias que llegan a las playas para pasar un momento de diversión al lado de sus hijos. Sea como fuere, las playas estarán repletas hasta marzo, así que a hacer maletas y disfrutar de la vida, o soportar un tiempo más al verano que ya se va, sobre todo para algunas personas del sur, que se sienten sofocados, no por el sol, sino por la cantidad de personas invadiendo su espacio.

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