Aquel hombre que diga todo lo contrario ésta mintiendo,
porque a todos nos agrada ver una bella figura, presenciar a una mujer
apaciguarse del calor luciendo un short, una falda o una blusa; haciendo
desviar la mirada a más de uno. Eso es lo mejor del verano señores, asistir a
la playa no para comerse un cebiche o disfrutar de unos tragos con los ‘patas’,
sino deleitarse con las más bellas damas, iluminando y embruteciendo a los
demás con un infartante bikini.
La mayoría de los jóvenes están de vacaciones en enero y
febrero, por ello más de uno se enrumba con dirección al sur, para revolcarse
de sus playas, aunque algunos prefieres irse al norte del país. La zona sur de
la capital durante esta época se encuentra repleta de personas, se oye el
bullicio de la gente a kilómetros de distancia, que buscan divertirse, pasarla
bien, sobre todo porque sus padres no están. Sin embargo, la mayoría busca una
aventura, encontrar a una bella señorita para disfrutar de la vida, pasar una
noche placentera. Menos mal que no tengo hermanas (sorry a quienes la tienen),
de lo contrario estaría escribiendo otra cosa.
El hombre cuando esta ebrio, o bien se olvida de las cosas o
los recuerda pero todo lo que haga le llega; no obstante muchos de ellos, por
circunstancias que todavía no sé, presentan un apetito sexual voraz, pero no
son solo ellos, también son ellas. Algunas mujeres les ‘pica’ todo el cuerpo,
sienten un calor atroz que le recorre las piernas, por eso, esas mujeres a
menudo no están solas, siempre tienen a una amiga para ‘cuidarlas’, una
compañera que ayude a evitar el consumo excesivo del licor o en todo caso,
impedir su huida con el primer hombre que vean.
Las discotecas en el verano se inundan de jóvenes con ansias
de buscar a alguien con quien copular. Aunque también hay presencia de adultos,
de gente con una mayoría de edad; son pocos quienes buscan una aventura, mayormente son
parejas buscando su segunda luna de miel, pero, lo más común, son familias que
llegan a las playas para pasar un momento de diversión al lado de sus hijos.
Sea como fuere, las playas estarán repletas hasta marzo, así que a hacer
maletas y disfrutar de la vida, o soportar un tiempo más al verano que ya se
va, sobre todo para algunas personas del sur, que se sienten sofocados, no por
el sol, sino por la cantidad de personas invadiendo su espacio.
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